DIA DE LA MADRE.

VIDA  DEJAME DARTE UN BESO EN LA TROMPA
 Pastillita para el Alma  10 – 05 – 14
 Ahora es el Día de la Madre y me levanté con el brillo del sol radiante que ilumina mi existencia, que me hace ver en forma despejada y no como en un espejo nublado, la verdad y claridad de mis sentimientos. Y entonces, decidí: No quiero un clavel
blanco en mi pecho. Quiero un clavel Rojo, que exprese Vida, porque mi Madrecita nunca se ha muerto, nunca se ha ido . Vive eternamente reflejada en el respeto de mis hermanos que me quieren, en el cariño de mi esposa, en el amor de mis hijas, de mis nietas, de mis cuñadas, de mis sobrinas, de mi hija política, de toda mi familia, hombres y mujeres, de mis amigos que me aprecian y aún de aquellos, que sin haberles dado motivo, me rechazan. Mi madrecita no ha muerto, se encuentra en los cientos de pacientes que miran con angustia que alivie sus dolencias, en todas aquellas mujeres en los que la avalancha de sus pesares, les ha hecho perder la esperanza, en la mujer del campo, de los Cerros, de la ciudad, de la costa, de la sierra, de la selva, de las que imploran clemencia en la puerta de los hospitales por el hijo enfermo, carcomido por el cáncer, perdido en la droga que envenena su sangre, de las esposas y mujeres incomprendidas y desairadas que pululan en los portones de las cárceles y lloran por el hijo o el marido que cayó en el foso sin fondo de la delincuencia, o de aquellos que pagan penas, por algo que no cometieron. Mi madrecita vive, en todos aquellos viejitos, que como angelitos olvidados, se encuentran alojados en los asilos, en todas las monjitas y hermanas de caridad que elevan sus oraciones por la Paz del Mundo, e n todos los hombres de buena voluntad que hacen una gran cadena de solidaridad para que el afecto fraternal prevalezca y para que todas las virtudes morales y sociales nos unan eternamente, en el amor santo y sacrosanto de D+os. Mi madrecita no ha muerto , porque me acompaña en los actos de mi vida, especialmente cuando me siento solitario y ausente del mundo y me visita a diario, para ayudarme a cicatrizar mis heridas que lloran sangre y me conversa que en ese pedacito de carne que ayer se formó en su vientre, inevitablemente, los días se acumularon en este mi cuerpo añoso y viejo, que ah o ra ya son hojas muertas que ayer tapiza ron y abona ro n mi camino verde de esperanza, convertido ahora , en oscuro y ennegrecido de nostalgia, pero, como un murmullo, me anima a seguir luchando, a continuar luchando en la batalla consta nte de mi existencia que se desliza lentamente con el palpitar dubitante de mi corazón, en este atardecer, con aroma de azucenas y romeros, esperando una noche, con la luz plateada de la luna y las estrellas, en que nos volvamos a encontrar y comulgar en el mismo Espíritu de D+os. Mientras tanto, mi madrecita está viva, desde el instante que D+os me regala cada día, el aire que respiro, el aroma de las flores, la sonrisa y el llanto de los niños … , Ella, está viva, en todos esos momentos que yo adoro todo el tiempo. Por eso , ahora y siempre, deseo seguir da ndo un beso en la trompa a la vida, morder sus labios carnosos de amor y pasión por las cosas bellas, aspirar la esencia de su aliento de bondad y decir y cantar a los cuatro vientos que estoy lleno de felicidad porque en todos los oídos que me escuchan, en todos los ojos que me miran , veo la imagen de mi linda Madrecita , como una Rosa Roja llena de Vida. Por todo eso quiero dar un beso en la trompa a la Vida, sin clavel blanco en el pecho, pero si, con una rosa roja encendida en el fuego de la ilusión y la alegría de seguir viviendo en compañía, porque mi madrecita no ha muerto, ella está viva.
 
  Jorge REINA Noriega *AYÚDAME A AYUDAR*