sábado, 28 de julio de 2012

JMN DESDE SU TRINCHERA


JMN DESDE SU TRINCHERA


Posted: 27 Jul 2012 11:47 PM PDT
AUNQUE YA SEA TARDE:

Ayer falleció mi tía Nilda, hermana de mi padre, una de las cuatro hermanas de mi padre para ser más preciso y con la pena que representa el hecho, debo confesar que recorrió  mi corazón un sentimiento de culpa, un pesar por una deuda pendiente de amor, que es parte de la vida, que se da en las relaciones familiares, en los vínculos amicales  de diferentes maneras y  que no puedo dejar de escribir de él, porque hace algún tiempo que lo identifique en mi entorno más íntimo.

Hace algunas meses la vi a mi tía Nilda por última vez; vital y tan "perica" (bien arreglada) como siempre la recordaran seguramente todos. En casa de mi tía Floria, Florita su hija había invitado a la familia para un almuerzo de comida mexicana donde no faltaron los tacos y el cocktel Margarita y allí estaba ella. Esa tarde, recordé cuando era niño y mis tías (las hermanas de mi padre) venían los domingos a visitarnos y cambiaba la vida cotidiana de mi casa. Mi tía Nilda llegaba con su esposo, con el tío Antonio (Ruiz) que fue
dirigente del Sport Boys y con quien siempre tenía tema para conversar porque además de su caracter alegre y jovial, me conseguía los autógrafos de todos los jugadores del Boys y las últimas primicias del  equipo. Yo tuve en mis manos los saludos autografiados de ese Boys del 66, que fue un gran equipo, con Zózimo,campeón mundial con Brasil, Walter Milera (ya fallecido), "Popí" Correa, que se fue a jugar al Pachuca de México donde se quedó a vivir, Reynaldo Párraga, Herrerita, Cossio, el muerto Gonzales, Cachito Ramírez, Muñante, Dámaso Cazorla; ya años despues vinieron Juan Rivero que termino en Alianza, Walter Daga, que tenía una zurda prodigiosa, que era un maestro de los goles olímpicos, al que lo mató la coca y Walter Flores que paso de arquero del Municipal al Boys. 

Dicen que cuando una hija se casa trae un hijo a la familia y la frase tiene mucho de verdad. Cuando mi padre se caso dejo de vivir el Callao y se fue a Pueblo Libre donde vivía mi madre; ese hecho hizo que la familia de la Maricucha -mi madre- sea parte de nuestra vida cotidiana, que yo me criara con Nano y con Chulín (mis primos hermanos)  que Carmen, Chana y Gloria, las hermanas de mi madre, hayan sido testigos protagonicos de mi vida,  de mis alegrías y mis tristezas y de las de mi familia. Que la tía Rosa haya terminado sus día viviendo con nosotros. 

Cuando depués de muchos años vi a mi sobrino Quique, el hijo de mi hermano, me di cuenta que ese hecho que comento líneas arriba, es parte de la formas en las que se establecen las relaciones familiares o al menos en lo que a mi respecta y me toco vivir. Ellos, los hijos de mi hermano se han criado más cercanos a la familia de su madre y entonces, ese contacto físico, esa cercanía, genera un tipo de relación distinta con nosotros, no digo que sea mejor o peor, digo que es distinta, porque el contacto físico , la cercanía, permite expresar sentimientos y emociones que la distancia no permite aflorar o identificar. Ayer mismo note la sorpresa de mi tío Julio (hermano de mi padre a quien no he visto muchas veces en mi vida) cuando lo salude y me despedí con un beso en la mejilla.

Los caminos de la vida, el trabajo, la falta de sensibilidad, la indiferencia o el egoísmo, nos hacen muchas veces no tener ese contacto físico con la gente que amamos; a la esposa, a los padres, a los hermanos, a los amigos o hasta a los propios hijos -por priorizar el trabajo- no les prestamos atención, no les decimos "te quiero", no nos damos un momento para reír o para recordar, para acercar nuestros espíritus  y acariciar el alma. Esa es finalmente la deuda que sentí que tenía con mi tía Nilda. Me hubiera gustado abrazarla, acariciarla, visitarla seguido y decirle te quiero. Ya es tarde. Solo puedo escribir estas líneas y voltear la mirada a mi tía Floria y a mi tío Julio buscando recuperar el tiempo perdido.



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